sábado, 23 de enero de 2016

LA PRIMERA GRABACION DE LOS HERMANOS ZULETA

“En los inicios de la década del setenta del pasado siglo el catálogo musical en Colombia de la multinacional C.B.S (Columbia Brocasting Sistem) era conformado en su mayor parte por artistas foráneos y el género vallenato era para ellos una nueva experiencia. Acababan de enganchar al conjunto de los hermanos López con su cantante Jorge Oñate con un contrato a base de regalías sobre ventas y en iguales condiciones aceptaron a los hermanos Zuleta, quienes por la respectiva grabación del primer L.P ‘Mis Preferidas’, no recibirían un solo peso. “Al comienzo uno tocaba de gratis”, me comentaba Emilianito y esto a Poncho no le hizo gracia alguna, negándose entonces a firmar dicho contrato con la disquera, razón por la cual no lo se le dio ningún crédito en el disco donde solo figuró Emilianito.


Una de las cláusulas del contrato estipulaba que para que un artista tuviera figuración en la caratula debía tener exclusividad con la C.B.S., pero no recibía honorarios. Poncho prefirió inicialmente sacrificar su imagen a cambio de los dos mil pesos que exigió por cantar el álbum y así fue su nombre ignorado en este primer disco de larga duración.
Este trabajo gustó a nivel Nacional y la C.B.S. con un fino olfato para descubrir talentos, apreciando el caudal melódico que traían a cuestas y la calidad artística de los Hermanos Zuleta, posteriormente ofreció para cada uno cinco mil pesos y ya con esta suma, Poncho firmó. Fue el segundo L.P. que se tituló ‘La cita’ y así comenzó la historia fonográfica de los hijos de Emilianito y Carmen Díaz.

Respecto a las regalías, el acordeonero con la categoría de ejecutante y arreglista recibía el ocho por ciento sobre las ventas y el cantante tan solo el dos por ciento, situación que se reflejaba en la presentación del L.P., ‘Emilianito Zuleta y su conjunto’, situación que Emilianito rechazó y generosamente propicio un tira y jala con la compañía para que su hermano alcanzara los mismos beneficios que él; fue el clásico “cuchillo pa’ mi garganta“, comenta, ya que al darle el mismo poder que yo tenía , hábilmente él se fue metiendo, se fue metiendo y se fue metiendo con las cosas del conjunto hasta desplazarme y yo pasé de ser cabeza de ratón a cola de león. Sin embargo, me queda una gran satisfacción a pesar que para iniciar nuestra carrera musical, me tocó prácticamente arrodillármele a la disquera para lograr aquella primera grabación que nos abrió el camino hacia el corazón del pueblo, además saqué a Poncho del anonimato, pues él a sus veinte años ni siquiera sabía que podía cantar, tan solo tocaba la caja y la guacharaca y hoy es una de las refulgentes estrellas del canto Vallenato.
Es grande el orgullo que sentimos los hermanos Zuleta porque la herencia recibida de nuestro padre Emiliano Zuleta Baquero nos ha permitido brillar en este folclor que nos dignifica al punto de ser reconocido por la Unesco como patrimonio cultural e intangible de la Humanidad”.
Del libro que sobre los Hermanos Zuleta publicarán en próximo Festival Vallenato, Julio C. Oñate M. y Jacobo Solano C.

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